sábado, 5 de septiembre de 2015

PINTURA Y JAZZ

Autorretrato
     Hace bastantes años recaló en Benidorm un excelente pintos ampurdanés, Bartolomé (Bartomeu) Massot que llegó acompañando al marchante de arte Ismael Planells, ambos de Figueres los cuales llegaron con el objetivo de montar la Galería de Arte Darhim en la plaza de la iglesia donde permaneció instalada y funcionando durante un par de años.

     Con el tiempo y como consecuencia de los múltiples viajes que, a causa de su profesión, tenía que realizar Planells, fué el mismo Massot el que se encargaba de dirigir la citada galería lo que dió origen a que, dadas mis repetidas visitas para informar sobre sus actividades a que me obligaba mi actividad como corresponsal de TVE y crítico de arte, llegara a fraguar una excelente amistad con Massot disfrutando, en muchas ocasiones de sus fecundas charlas y comentarios sobre sus experiencias artísticas y sus aficiones musicales.
Massot (en el centro), Planells y yo

     La excelente relación nos llevó a organizar una, a organizar una exposición antológica de su obra, en la Biblioteca Pública Municipala "Gregorio Marañón" que por entonces yo dirigía, donde se colgaron desde los dibujos para ilustraciones infantiles de sus comienzos hasta la etapa de abastraccionismo más puro, pasando por su época de paisajista más realista cercanos a los acreditados paisajistas olotinos tan llenos de prestigio y aceptación en toda Cataluña. Una exposición que servía, al mismo tiempo, para explicar los escolares cuando realizaban una visita, como se producía el transito del realismo a la atracción en la trayectoria artística de un pintos de tan fecunda producción.
De la Suite del Jazz en mi colección

     Entre sus diferentes etapas me gustó, especialmente la llamada "Suite del Jazz" (de la que poseo algún cuadro) que había surgido de la fascinación que este estilo musical ejercía en el pintor, aficionado, bastante avanzado, a tocar la batería y tema sobre el charlábamos frecuentemente dada también mi afición a dicho estilo musical.



Tete Montoliú
      Esta coincidencia de gustos dio origen a una anécdota que no me resisto a contar aquí y que fué la ocurrida cuando, en uno de mis viajes a Barcelona y habiendo coincidido con Massot, después de cenar me invitó a tomar una copa en un local especializado en música de jazz, del que lamento no recordar el nombre ni la ubicación, en el que actuaba el excelente y añorado Teté Montoliú.

     En la 'jam sesion' como suele ser habitual se levantaron los músicos y quedaba uno solo haciendo gala de sus habilidades como solista y en la rotación quedo solo ante el piano el magistral Montoliú interpretando un solo de geniales acordes y excelentes ritmos. y en plena interpretación se levanto Massot y sentándose a la batería comenzó a acompañar al maestro el cual, sin levantar la cabeza del teclado, ya que como es sabido era ciego, dijo "Bona nit, en Tomeu" demostrando haber conocido el estilo y forma de "jazzear" del pintor/baterista.

     Finalizada la sesión tuve el honor y la satisfacción de que me presentara al genial músico con el que pudimos compartir un largo rato de charla constituyendo uno de los mas entrañables recuerdos de mis muchas visitas a la ciudad condal.

     Entrañables recuerdos de momentos en los que las artes de la música y la pintura cobran un protagonismo imposible de olvidar.