domingo, 25 de septiembre de 2016

DE CONCURSOS Y GUÍAS DE VINOS

     Desde tiempos ya remotos, cuando en algunas revistas tenía encomendada la sección que trataba de vinos y bebidas, antes de centrarme con mayor asiduidad en las cervezas, he manifestado mi opinión personal de desconfianza respecto a los concursos de vinos y a los premios que se blasonan como certificados indiscutibles de calidad.

     Sin pararme a dilucidar cuales son honestos (los menos) y cuales son meros escaparates en los que figuran las bodegas en función de su "paso por taquilla" (los más, a mi juicio) tengo que justificar mi aversión en hechos muy concretos como son: en primer lugar, la limitada presencia de caldos diversos y de diferentes regiones que no justifica, en modo alguno, la calificación de "el mejor de España" u otros similares

     Por otra parte, la composición de muchos de los jurados con presencia más condicionada por interesas políticos o comerciales que por verdaderos entendidos o enólogos y sumilleres profesionales de reconocido prestigio.
     
     En tales circunstancias nos hallamos frente a una colección casi infinita de medallas de oro y de plata que, en realidad, solo sirven para orlar las etiquetas de vinos que, muchas veces defraudan los paladares más afinados por no hallarse a la altura real de tan lustroso medallero.

     ¿Como podemos tener una información más acertada, entonces?
Yo me atrevería a aconsejarse que, sobre todo, mediante la valoración más precisa y personal de todas que es el propio paladar y gusto del consumidor que, a veces, concede el trofeo de oro a un vino que nunca ha sido valorado en un certamen o que ha pasado inadvertido a los más renombrados catadores cuya opinión se difunde en comentario y espacios publicitarios.

     Pero, junto a este primitivo e inequívoco sistema de calificación, lo aconsejable es la utilización de las muchas guías puesta a la venta en las librerías o las publicadas en diversos espacios de Internet.

     Cientos de estos libros y webs nos permiten conocer, cuando menos, el origen y características de un porcentaje muy elevado de los vinos en el mercado con especificación de los tipos de uva, características de los viñedos, graduación de intensidad de color, acidez o aroma, cosecha y su calificación y otros muchos datos aportados tanto por los productores de los vinos como por los expertos que han tomado parte de las diferentes fases de su cosecha, elaboración y cata.

     En España existen numerosas guías que, aun contando con las diferencias de credibilidad de cualquier publicación, sirven como ayuda al consumidor para poder formarse un juicio previo de qué calidades o características encierra cada una de las variedades y caldos.

     Por mencionar algunas me permito referenciar en este blog algunas como las de Peñín, Gourmeys, Parker, Proensa, Repsol, Sevi, Intervinos, Cotidiano, Wine up, guías de zonas o regiones como las de Cataluña, Rioja o Andalucía (Jerez), las de periódicos como El País. ABC, y hasta una de 'Vinos baratos'. 

     Junto a la extensa colección e la que el anterior párrafo es solo una pequeña muestra, existen toda una casi infinita biblioteca de guías de vinos de Estados Unidos, Italia, Argentina, Chile Francia... y así hasta la relación de casi todos los países capaces de cultivar un viñedo y poner un vino en el mercado.

     Pero, sobre todo, lo que si recomiendo siempre es que, a la siempre deliciosa experiencia de disfrutar del consumo de un vino, se añada, a ser posible, el conocimiento lo más detallado posible de qué es lo que se está consumiendo, sus características, productos y procedimientos que le han permitido llegar a la copa para que el archivo de la memoria permita, de manera personal e inequívoca, establecer nuestro "top ten" particular e, incluso, las medallas de oro de nuestros gustos personales que son los que deben constituir las lineas maestras de un consumo de vino tan beneficioso como placentero.




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